viernes, 16 de julio de 2010

21 estrategias para calmar a un bebé que padece de cólicos

Puede llevarte un tiempo descubrir la mejor forma de calmar a tu bebé, porque lo que funciona con un niño no funciona con otro. Pero hay algunas estrategias que te serán útiles. Unas te funcionarán mejor si tu bebé tiene problemas digestivos, y las otras son más efectivas si lo que necesita es relajarse y sentirse seguro.


Revisa su biberón.

Si alimentas a tu bebé con un biberón, es importante que te asegures de que el biberón que usa no está contribuyendo a que trague demasiado aire. Cuanto más aire trague mientras se alimenta, más probable es que tenga problemas estomacales.

El agujero de la tetina no debe ser demasiado pequeño, porque esto podría frustrarle y hacerle tragar con más ansiedad, ni demasiado grande, porque el líquido podría bajar en cantidades excesivas.

Algunos biberones están especialmente diseñados para reducir la toma de aire. Unos tienen una forma curvada, mientras que otros tienen unos filtros o forros interiores, que previenen la formación de burbujas de aire en el líquido y hacen que la tetina no se colapse.

Mantén a tu bebé erguido mientras lo alimentas.

Trata de mantener a tu bebé más derechito cuando lo alimentes para que la fórmula o la leche materna bajen más directamente a su pancita. Si está acurrucado o doblado hacia delante, hay más posibilidades de que se cuele algo de aire junto a la leche.

Elimina las comidas ansiosas.

Dale de comer a tu bebé antes de que tenga mucha hambre. Si está llorando a gritos porque está muy hambriento, es más probable que trague aire junto con la leche. Trata de darle de comer en un ambiente tranquilo: baja las luces, pon música relajada y pídele a sus hermanos que no hagan mucho ruido (la esperanza es lo último que se pierde).

Hazle eructar a menudo.

Los eructos eliminan las burbujas de aire que están atrapadas en la pancita de tu bebé. No esperes hasta que haya terminado de comer para sacarle el aire. Trata de hacerlo eructar cuando cambies de pecho si lo estás amamantando, o cada pocos minutos si lo alimentas con biberón.

Adapta tu dieta si estás amamantando.

Si crees que tu bebé puede ser sensible a algo que tú comes y que pasa a tu leche, prueba a eliminar los productos lácteos (leche, queso, yogur) durante un par de semanas, que es el tiempo que tarda la proteína de la leche de vaca en desaparecer de tu leche.

Si esto no te da resultado, puedes comprobar si las comidas picantes, los productos elaborados con trigo, las frutas secas, fresas, verduras tales como col o repollo, brócoli y coliflor, ajo, cafeína y alcohol tienen algún efecto. Para detectar si alguno de estos alimentos está afectando a tu bebé, evítalos todos durante algunos días. Si tu bebé se pone mejor, reincorpora un alimento solamente y después de unos días incorpora otro. Si tu bebé empieza a mostrarse molesto nuevamente después de que empieces a comer un determinado alimento, habrás descubierto la causa del cólico. Este proceso puede llevar algún tiempo, pero si elimina los episodios de llanto prolongado de tu bebé, merece la pena.

Pregunta si puedes cambiar la fórmula.

La leche de fórmula no suele causar cólico, pero si tu bebé lo padece, vale la pena probar con un cambio de marca. Pregúntale a tu doctor si puedes usar una fórmula que no contenga la proteína presente en la leche de vaca.

Prepara un remedio natural.

Los padres han tratado el cólico de sus bebés durante generaciones con remedios naturales como tés de hierbas suaves (especialmente, hinojo, eneldo, anís, menta, y manzanilla). Tienes que tener mucho cuidado con las dosis, así que consulta primero con un herborista de confianza y habla siempre con el doctor de tu bebé. Algunas mamás aseguran que cuando ellas beben estos tés, su bebé se mejora.

Prueba un medicamento de venta sin receta.

Muchos padres han tenido suerte dando a sus bebés gripe water(que es una agua medicinal preparada con hierbas y bicarbonato). O quizás quieras probar gotas contra los gases, si es que los gases son lo que están molestando a tu bebé. Asegúrate de comprar gotas específicamente preparadas para bebés y, como hay que hacer siempre, habla con tu doctor antes de usar cualquiera de estas dos cosas.

Dale un masaje a tu bebé.

Un masaje suave en la pancita puede ayudar a que salga el gas o, por lo menos, puede hacer que el estómago de su bebé y su estado de ánimo mejoren. También puedes poner a tu bebé boca abajo sobre tus rodillas y frotarle la espalda. A veces esto ayuda a relajar la presión excesiva que siente en el estómago.

Usa una bolsa (tibia) de agua caliente.

A algunos bebés les gusta la sensación de una bolsa de agua tibia sobre el estómago. Llena una bolsa de agua caliente con agua tibia y envuélvela en una toalla. Ponla sobre tu estómago y echa a tu bebé encima tuyo. Ten mucho cuidado de que el agua no esté demasiado caliente. Lo que a ti te parece tibio puede ser demasiado caliente para la sensible piel de un bebé.

Haz ruido.

A los bebés les gustan los sonidos que les recuerdan el rítmico latido de tu corazón y los ruidos que oían en tu vientre. A lo mejor tu bebé se siente mejor si pones su sillita cerca de la secadora en funcionamiento o metido en una mochila frontal mientras tú pasas la aspiradora. O quizás se calme si enciendes el extractor de aire de la cocina.

Haz música.

Cántale a tu bebé o pon un disco de canciones de cuna o de música suave. Incluso puedes encontrar discos que reproducen los relajantes sonidos de un útero materno. ¡Por otra parte, algunos padres dicen que sus bebés prefieren el rock!

Muévelo.

A los bebés les tranquiliza moverse suavemente, así que usa una mecedora, un columpio de bebé o un asiento vibrador. También le puede gustar pasear por la casa metido en una mochila frontal o una cangurera. Posiblemente prefiera estar bastante alto, cerca de tu pecho y del latido de tu corazón. Da suaves rebotes arriba y abajo en esta posición, mientras mantienes a tu bebé bien agarrado.

Pasea en auto.
Muchos padres cuentan que un paseo en auto, con su movimiento, ruido y vibración, es santo remedio para el cólico. Pon a tu bebé en su asiento del auto y sal a manejar para ver si el paseo alivia tu bebé.

Prueba a cambiar de ambiente.

Si estás adentro, sal a dar un paseo, sea con tu bebé en la carreola (cochecito), la cangurera o una mochila frontal. Ver, oler y oír cosas nuevas puede distraer a tu bebé y quizás se quede dormido. Por otro lado, si has estado toda la mañana afuera con tu bebé, quizás necesita un rato tranquilo en casa.

¡Silencio!

Aunque a algunos bebés les reconforta el movimiento, el ruido y la actividad, otros necesitan menos estímulos y responden mejor al silencio, la quietud y la oscuridad.


Baña a tu bebé.

Un baño tibio en mitad de un episodio de cólico puede distraerlo y relajarlo. A algunos bebés les encanta que los sostengan bajo la ducha, con un chorro suave cayendo sobre su espalda. A tu bebé le puede tranquilizar el golpear rítmico del agua, además del sonido.


Mantén una rutina.
Es importante alimentar a tu bebé siempre que tiene hambre, pero aparte de esto, una rutina fija puede ser muy reconfortante para él: mantén los baños, paseos y siestas a horas regulares. Tu bebé no está pendiente del reloj, claro está, pero nota el ritmo de sus días.

1 comentario:

  1. cuando un bebe toma leche de tarro se le pude dar cuando lo pida o no. si tu bebe es recien nacido y no quiere tomar tetero en ese momento es malo que no coma.

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