viernes, 16 de julio de 2010

Cómo cuidar los genitales de tu bebé

¿Cómo debería cuidar el pene de mi bebé?

En el caso de los bebés varoncitos, es mejor evitar los baños de burbujas, ya que pueden resecar e irritar el tejido del pene. Y cuando bañes a tu bebé, no es necesario que retires el prepucio (la piel de la punta). En realidad, no podrás moverlo bien durante varios meses o incluso años: el prepucio necesita mucho tiempo para separarse del pene. Incluso cuando el prepucio se haya separado y pueda retirarse sin problema, no hay que moverlo. Podrías hacerle más daño que otra cosa si interfieres con su mecanismo de autolimpieza.

Si tu bebé ha sido circuncidado, todo lo que tendrás que hacer es lavar su pene con agua y jabón como parte de un baño normal. Durante los primeros días después de la circuncisión, el pene posiblemente se vea bastante rojo y notes una secreción amarillenta. Esto no es motivo de alarma: ambas cosas indican que el pene está cicatrizando normalmente. Si bien la zona de la circuncisión raramente se infecta, los signos de infección incluyen: color rojizo persistente, inflamación en la punta del pene y llagas amarillas con costra que contienen líquido. Si observas alguno de estos signos, llama de inmediato al médico.

¿Cómo debería cuidar el área vaginal de mi recién nacida?

Con un pañito húmedo, limpia el área genital de adelante hacia atrás para evitar que pasen bacterias del ano a la vagina. Esto ayudará a prevenir las infecciones urinarias en tu pequeña.

Seguramente notes que sus genitales están hinchados y rojos, o que tu bebita tiene un flujo transparente, blanco o un poquito sanguinolento: todo esto es normal durante las primeras semanas y proviene de la exposición a las hormonas maternas durante el embarazo. Sin embargo, si estos síntomas persisten después de las primeras seis semanas, coméntaselo al médico.

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