viernes, 16 de julio de 2010

Cómo mantenerte en tu sano juicio

Un bebé inconsolable es un reto duro para cualquier padre. Te pueden dar ganas de llorar a ti también. Adelante. Y recuerda:

No es culpa tuya.

Cuando tu bebé rechace tus intentos de consolarle o parezca enojado contigo, recuerda que es demasiado pequeño para entender el concepto de culpa. Y aunque puedes hacer muchas cosas para tratar de calmarlo, el hecho de que tenga cólico no tiene nada que ver con tus habilidades como madre.

No lo puedes hacer sola.

Comparte el cuidado del bebé con tu pareja. Pídele a un familiar o a un amigo que te sustituya de vez en cuando, para que tú puedas dar un paseo tranquilo o refrescarte con una ducha.

Si notas que te estás enojando o estás resentida con tu bebé, respira hondo y mételo en su cuna. Después llama a un familiar o amigo para que venga a cuidarlo un rato mientras tú te calmas.

Si no puedes llamar a nadie para que venga a ayudarte, contacta una línea de ayuda a padres local. La gente que contestaba estas llamadas tiene mucha experiencia y sabrá como ayudarte.

Estás ayudando a tu bebé, aunque siga llorando.

Quizás no puedas conseguir que tu bebé deje de llorar. De hecho, puede ser que lo que necesite justamente sea llorar, y lo mejor que puedes hacer es respetarlo y aceptarlo. Continúa cargándolo, meciéndolo y mostrándole tu amor, y déjalo que llore con la tranquilidad y la seguridad de saber que es muy querido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario